¿Qué películas argentinas con ayudas de su Gobierno llegarán a los cines en 2026 y 2027? La respuesta rápida sería ninguna, a tenor de los proyectos procedentes de Argentina en los encuentros de la industria que apadrinan en San Sebastián los work in progress (películas en desarrollo): no hay ni uno de ese país, que sí suma seis largometrajes y un mediometraje en las diferentes secciones de este Zinemaldia.Más informaciónEl motivo de un futuro tan agorero es Javier Milei, que lidera un Gobierno que ha vaciado de financiación, y de contenido, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), organismo que regula el cine dentro de la Secretaría de Cultura. El año pasado, el festival de San Sebastián realizó un acto en apoyo a los cineastas argentinos. En esta edición el apoyo se encara de otra manera, a través de la programación, “como forma de certificar su calidad y premiar su trayectoria”, apuntaba José Luis Rebordinos, director del certamen.Daniel Hendler posa durante la presentación de ’27 noches’.Juan Herrero/EFE (EFE)El primero en presentar su trabajo en el festival ha sido Daniel Hendler. Y por partida doble: su 27 noches inauguró el certamen y Un cabo suelto, que se estrenó en la pasada Mostra de Venecia, se proyecta desde el martes en la sección Horizontes Latinos. Para el cineasta, el futuro es deprimente: “Con lo que ha conseguido nuestro cine en el mundo y veo con pena que, el año que viene, será difícil que haya alguna película argentina. Lo que se estrena hoy son los títulos que vienen de un período previo. Es un problema para los tiempos venideros”, apunta el actor y director, nacido en Montevideo, y que ha desarrollado su carrera entre su país y Argentina. Si 27 noches nace desde la productora de Santiago Mitre (realizador de Argentina, 1985), la financiación procede de Netflix. Un cabo suelto está producida entre Uruguay, España y Argentina, un combo que será difícil de volver a ver por las limitaciones de Milei.En la ceremonia de inauguración, Mitre, Hendler y la productora Agustina Campbell subrayaron que durante mucho tiempo la industria había negociado una ley del cine “que costó aprobar” y que cuando por fin lo lograron, acompañándola de sus fondos correspondientes, llegó Milei y puso al economista Carlos Pirovano, sin conexión previa con el cine, al frente del INCAA. Pirovano realizó en sus inicios en el cargo críticas brutales contra el cine argentino, luego atemperó sus declaraciones, y en agosto volvió a enredarse cuando defendió la película Homo Argentum, de Gastón Duprat y Mariano Cohn, en un programa de televisión… hasta que le preguntaron si la había visto. Su respuesta dejó perpleja a la audiencia: “No, no, yo dije que vi TikTok. Cuando vos ves mucho TikTok, vos ves casi toda la película”.En el centro, la directora, guionista y productora de ‘Las corrientes’, Milagros Mumenthaler, acompañada de, desde la izquierda, Esteban Bigliardi, Isabel Aimé, Jazmin Carballo y Patricia Mouzo, este martes en San Sebastián.Javier Etxezarreta (EFE)Los argentinos presentes en Donostia insisten: “Este año no se ha producido ninguna película con apoyo del Gobierno argentino”, contaba Campbell. “Las películas argentinas que se programan este año en San Sebastián se financiaron antes de la llegada del Gobierno de Milei o son producciones originales de plataformas”. La cineasta Milagros Mumenthaler compite este martes con Las corrientes. La ganadora del festival de Locarno en 2011 con Abrir puertas y ventanas presenta un fascinante retrato de una mujer que en la cumbre de su éxito profesional y familiar siente la necesidad de romper con todo, aunque sabe que ese impulso surge de un pasado que creía haber dejado atrás.Tras hablar de su película, meticulosa y desasosegante, de cómo ha repasado la obra de Hitchcock para recordar que cada plano importa, explica que Las corrientes es la última película que recibió financiación de la pasada ley. “Yo, por suerte, también soy suiza, y allí busqué más dinero. Con todo, la levanté con poquísimo presupuesto y hubo un momento en que tuvimos que decidir si tirábamos para adelante o esperábamos y buscábamos más fuentes de financiación”, recuerda Mumenthaler. “Nos lanzamos a rodar, e hicimos bien, a pesar de que incluso hubo una depreciación del peso que redujo nuestras posibilidades”.Eso sí, el cine más popular ha recibido el espaldarazo, querido o no, de Milei. La mencionada Homo Argentum ha arrasado en taquilla desde su estreno a mitad de agosto en Buenos Aires. Dos días antes de su lanzamiento, Milei la proyectó en la quinta presidencial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, con diputados de su partido. Tras el estreno, Milei volvió a proyectar algunas de las historias a su Consejo de Ministros. Para Milei, la película ilustra la batalla cultural contra la izquierda que encabeza desde que llegó al poder.Un momento de ‘Belén’, con Dolores Fonzi (izquierda) y Lili Juárez.Este martes hay otro largometraje en el concurso del Zinemaldia: Belén, de Dolores Fonzi. También pagado por una plataforma, en este caso Prime Video. “Es que aunque se acabe el Gobierno de Milei, que está aún más apurado tras su derrota en las elecciones legislativas en Buenos Aires de hace dos semanas, habrá un tiempo sin cine argentino”, explica la directora, productora, guionista y actriz protagonista. “La imagen que damos en San Sebastián con tres filmes en el concurso es un falseamiento de la realidad, porque ya veremos en unos meses tras el vaciamiento de la financiación”.Dolores Fonzi retrata al resto del equipo artístico de ‘Belén’, este martes en San Sebastián.Javier HernándezBelén fue el seudónimo que la abogada Soledad Deza eligió en 2016 para preservar la identidad de una mujer que pasó dos años en la cárcel tras sufrir un aborto espontáneo en un hospital de San Miguel de Tucumán, en el norte de Argentina. Hubiera pasado más, porque la condenaron a ocho años de prisión por un aborto ilegal con todas las pruebas y la instrucción manipuladas, como, por ejemplo, con un feto que no era el suyo. Deza, a la que da vida Fonzi, logró apelar por esas irregularidades. Belén fue absuelta por el Tribunal Superior de Tucumán en 2017 y su caso inició la lucha por una Ley del Aborto en Argentina: encendió la chispa de la marea verde. “Yo no quería hacer un filme militante, sino una película. De ella puedes extraer conclusiones, obvio, pero no está hecha para convencer, sino para contar. Otra cosa es si una mitad de Argentina, la que votó a Milei, entienda que este es un evento cinematográfico sobre una injusticia, que aquí atañe al cuerpo de la mujer. Al menos, en su estreno en salas argentinas hace unos días creo que lo han entendido”. Y a pesar de ello, incide: “La respuesta del Gobierno es bélica con las personas que van contra él y ese vapuleo no es inocente, logra crear miedo. En el feminismo y en el cine”.Cecilia Kang, directora de ‘Hijo mayor’, en un retrato cedido por el festival de San Sebastián.Otra de las cineastas argentinas presentes en la capital guipuzcoana, Cecilia Kang (estrena su primer largo, Hijo mayor, en Horizontes latinos), expone claramente su análisis: “A pesar de todas las trabas, a pesar del desfinanciamiento y de la fuerte destrucción que sufrimos la cultura, seguimos aquí. La situación del cine argentino es alarmante porque la situación de Argentina es alarmante”. A eso mismo se refiere Mumenthaler: “¿Soy optimista? Bueno, Milei ya lleva dos años de mandato y solo quedan otros dos. A eso me agarro. El problema no es solo para el cine, sino para toda la nación”.

El cine argentino brilla en San Sebastián pese al ataque devastador de Milei | Cine: estrenos y críticas
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