
La sabiduría de Griezmann, su instinto y su talento aún tienen mucho que decir y decidir. Ha perdido la titularidad, pero afronta su nuevo rol con una dignidad y una voracidad que es un plus para Simeone y su Atlético. Resolvió con dos goles un partido peliagudo ante un Levante que había igualado a uno y amenazaba con defender las tablas hasta el final. Griezmann aún vale un potosí.
3
Jan Oblak, Dávid Hancko, José María Giménez, Marcos Llorente, Matteo Ruggeri (Nahuel Molina, min. 78), Álex Baena (Conor Gallagher, min. 78), Giuliano Simeone (Nico González, min. 72), Pablo Barrios (Antoine Griezmann, min. 60), Koke, Alexander Sørloth (Thiago Almada, min. 60) y Julián Alvarez
1
Mathew Ryan, Matías Moreno, Jeremy Toljan (Víctor García, min. 85), Manu Sánchez (Alan Matturro, min. 85), Adrián de la Fuente, Kervin Arriaga, Jon Olasagasti (Goduine Koyalipou, min. 73), Carlos Álvarez, Unai Elgezabal (Oriol Rey, min. 84), Roger Brugué (José Luis Morales, min. 73) y Etta Eyong
Goles
1-0 min. 11: De la Fuente. 1-1 min. 20: Manu Sánchez. 2-1 min. 60: Griezmann. 3-1 min. 79: Griezmann
Arbitro Jesús Gil Manzano
Tarjetas amarillas
Jon Ander Olasagasti (min. 39), Nahuel Molina (min. 83), Marcos Llorente (min. 86), Giménez (min. 89)
Se plantó el Atlético dispuesto a ventilar el partido por la vía rápida ante un rival al que tenía cruzado porque se le suele indigestar y en sus dos últimas visitas al Metropolitano salió con los tres puntos en el saco. Fue Baena el que ocupó el costado izquierdo del centro del campo en ausencia de Nico González. Por detrás, Ruggeri, en lo que parece un intento de Simeone porque el italiano no se le desenganche. Será complicado verle con los miuras en las grandes citas, pero el Cholo está testando si, al menos, le vale para duelos en casa donde el equipo sea muy dominador. Tuvo el Atlético buena velocidad de pelota en todas las zonas del campo en el arranque y apuntando donde creía que el ordenado Levante de Calero podía tener fisuras, entre sus centrales y sus laterales mayormente. Hancko teledirigió un balón de cuarenta metros a Barrios en esa zona débil. El de Moratalaz no acompañó con un remate más contundente la doma de la pelota que hizo en su excelente control en el aire. Tampoco acertó Sorloth a imprimirle potencia a una rosca del propio Barrios. El noruego es de esos casos raros de delanteros espigados que tienen el cuello de chicle. No había señales ofensivas del Levante, metido en la faena de tratar de contener esa salida impetuosa del Atlético. Antes de los primeros diez minutos de hora ya registraban los rojiblancos media docena de saques de esquina y ese par de ocasiones. De una conexión entre Giuliano y Barrios para ganar la línea de fondo se engendró el gol del Atlético. El centro atrás del volante lo palmeó Ryan y la pelota se coló en su portería tras rebotar en Dela. De ese buen primer cuarto de hora hubo mucha presencia de Llorente, Giuliano, Barrios y, sobre todo Baena. El almeriense ha jugado en los cuatro últimos partidos en tres posiciones diferentes y en las tres ha sido dominante. Mediapunta ante el Betis, mediocentro ante el Sevilla y el St-Gilloise y este sábado en el ala izquierda. Por dentro o por fuera su finura y su rapidez de piernas y de cabeza en los últimos 30 metros son demoledoras. No había existido el Levante. Sin noticias de sus dos jugadores más determinantes, el menudo Carlos Álvarez y el marmóreo Etta Eyong. Se encontró el conjunto de Calero con un saque de esquina que sacó los colores a la defensa que hizo el equipo de Simeone. Manu Sánchez emprendió sin marca una carrera desde la frontal del área para conectar un buen cabezazo. La cara de pasmo de Giménez y el rebote de Simeone radiografiaron el bochorno. El Atlético apenas pudo rematar un par de saques de esquina de los 15 que ejecutó y su rival sacó petróleo de uno. El tanto fortaleció al Levante y aturulló al Atlético, que se estancó en un cabezazo picado de Simeone. El equipo de Calero abortó la carga de centros sin descomponerse. Bien armado atrás, aunque sin amenazas a la contra.Volvió a salir mandón el Atlético tras el descanso, pero con los mismos problemas de precisión en los últimos pases para hacer daño. Simeone sentó a Sorloth y a Barrios para dar paso a Almada y Griezmann. Baena pasó al medio y en la primera jugada tras el movimiento, rompió línea para Giuliano, este para Llorente y este encontró a Griezman para que empujara la pelota. Los cambios fueron arriesgados porque se perdían las piernas de Barrios con el equipo volcado en campo contrario y tuvieron un resultado inmediato. El Levante pudo rehacerse con otro saque de esquina en el que Oblak evitó el empate de Koyalipou sobre la línea de gol. Tras el susto, Griezmann sentenció rebañando como un cazagoles de toda la vida.
