El Ministerio de Igualdad ha activado este martes junto con las fuerzas de seguridad del Estado el protocolo de protección de las víctimas usuarias del sistema de pulseras antimaltrato por un fallo de los dispositivos doce horas después de conocer su fallo. El Ministerio ha confirmado que el sistema ha sufrido un fallo general y que ha logrado recuperar la normalidad pasadas unas horas. Además, el servicio de emergencia —botón del pánico— de las mujeres funciona con normalidad, afirma Igualdad, y ninguna de ellas lo ha activado durante este fallo. Las víctimas han sido avisadas, “estando protegidas en todo momento”, asegura.Este sistema gestiona las pulseras de control telemático que permiten conocer la ubicación exacta de los agresores machistas con órdenes de alejamiento, de modo que sirven para proteger a las mujeres —que también portan dispositivos— y documentar posibles quebrantamientos.Según fuentes próximas a la empresa Cometa es sistema habría sufrido la incidencia a las 4.00 de la mañana aproximadamente, lo que habría impedido entrar a la aplicación con la que trabajan del sistema, por lo que se avisó a la Policía y la Guardia Civil para que activen los protocolos de protección. Estas mismas fuentes afirman que los trabajadores aseguran no contaron con suficiente información: “Solo les han dicho que el sistema estaba caído, sin decir nada más ni dar ningún tipo de instrucción sobre qué decir a víctimas, policía o agresores”. El ministerio no confirma esta información.Igualdad asegura que la ministra, Ana Redondo, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez-Perza, han estado en contacto con la UTE Vodafone-Securitas responsable del servicio, “personándose incluso en la Sala Cometa, para conocer de primera mano la evolución de la incidencia”. Tras evaluar todas las opciones técnicas, se ha detectado que el origen del problema se encuentra en un enrutador que distribuye a las diferentes plataformas los mensajes en función del tipo de alerta, explica el Ministerio. Aproximadamente un 10% de estos mensajes están generando incidencias recurrentes que provocan una sobrecarga del sistema que, no obstante, ya está en proceso de recuperar la normalidad.“Investigaremos hasta el final y, si hace falta, tomaremos las acciones oportunas”, ha señalado la titular de Igualdad. El Ministerio afirma que Redondo “se solidariza” con las víctimas y que el sistema de protección “va más allá de los dispositivos telemáticos e incluye una red institucional de protección con multitud de profesionales que garantizan su seguridad incluso ante una incidencia tecnológica”.Redondo ha dicho en un mensaje en la red social X (antes Twitter) que el sistema se ha restablecido antes de las 18.00 y que están llegando los datos en tiempo real. “Aunque el sistema pueda fallar, los protocolos no lo han hecho. Estamos trabajando para volver a la normalidad”, ha recordado. “Quiero mandar un mensaje de tranquilidad. Ninguna víctima ha estado desprotegida en ningún momento. Los protocolos han funcionado. Las fuerzas y cuerpos de seguridad han estado garantizando la seguridad de las víctimas, a las que se ha informado de inmediato”.Ana Redondo: “Quiero mandar un mensaje de tranquilidad. Ninguna víctima ha estado desprotegida en ningún momento. Los protocolos han funcionado. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han estado garantizando la seguridad de las víctimas, a las que se ha informado de inmediato”. pic.twitter.com/BuV69jC1Ta— Ministerio de Igualdad (@IgualdadGob) November 11, 2025

En España, más de 4.500 hombres llevan actualmente estas pulseras. Una incidencia en su funcionamiento ha puesto el foco en estos dispositivos, que se utilizan en el país desde 2009. No hay constancia de que ninguna mujer haya sido asesinada mientras portaba uno de estos dispositivos antimaltrato. Desde 2009, un total de 21.036 mujeres los han utilizado en algún momento.Estos brazaletes se activan cuando lo decreta un juzgado: se instala una pulsera en la muñeca o el tobillo del agresor que tiene una orden de alejamiento, ya sea porque ha sido condenado o porque está a la espera de sentencia. La manipulación del dispositivo conlleva una multa. La violación de una orden de alejamiento, regulado en el artículo 468 del Código Penal, puede acarrear penas de prisión de seis meses a tres años si la persona protegida es víctima de violencia de género.A la víctima se le proporciona un teléfono inteligente que emite una alerta si el hombre se aproxima, quebrantando la prohibición de acercamiento. La instalación de este sistema busca garantizar la seguridad de la mujer, documentar posibles infracciones de la orden de alejamiento y disuadir al agresor de incumplir las prohibiciones impuestas judicialmente.La pulsera de geolocalización cuenta con una correa que detecta roturas y manipulaciones, tiene una vida útil de 12 meses y puede recargarse fácilmente. La víctima puede recibir notificaciones en su teléfono, realizar videollamadas, enviar imágenes y lanzar mensajes de alerta al centro de control.Inicialmente, las pulseras se instalaban para proteger a víctimas de violencia de género, pero, en virtud de la ley del solo sí es sí, también pueden utilizarse para controlar la localización de agresores sexuales. Ya no funcionan únicamente por parejas (un agresor, una víctima), sino que la pulsera de un investigado o condenado puede sincronizarse con el terminal de varias víctimas, y una misma víctima puede estar protegida frente a varios agresores.El 87% de las víctimas se sienten más seguras con el dispositivo telemático, el 88% de las víctimas, aunque reconocen fallos, consideran que el sistema es “muy eficaz” o “bastante eficaz”, y que el 90% recomendaría la medida a mujeres en una situación similar, Según datos de la Sala Cometa.Hace un mes se había denunciado que estas mismas pulseras sufrieron un fallo por qué en 2023, cuando la adjudicación del servicio cambió de empresa ―de Telefónica, que subcontrataba con Securitas Direct, a la UTE (unión temporal de empresas) entre Vodafone y Securitas―, en esa transición hubo un problema en el volcado de datos de un proveedor a otro que provocó que durante unos meses no se pudiera conocer los movimientos de esos hombres antes del 20 de marzo de 2024, lo que, explicó la Fiscalía General del Estado supuso una “potencial desprotección de las víctimas”, como apunta en su última memoria anual.Trabajadores del Centro de Control de Medidas Telemáticas de Alejamiento (Cometa) explicaron hace un mes a El País que se produjeron fallos en el GPS de los dispositivos: cambios bruscos en la ubicación del agresor, “imprecisiones geográficas” que no coincidían con las órdenes de alejamiento dictadas por los juzgados o la “congelación” de la posición de las pulseras por “reinicios forzados”, prohibidos según los pliegos. También se registraron casos en los que el agresor se quitaba o apagaba la pulsera sin que el centro Cometa recibiera aviso.El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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